Enfrentando la selva
Recorriendo las calles de ciudades
colmadas de gente...hirviendo de sueños,
esperanzas flotando en las aguas del río,
del estero pequeño que te acogió cuando niño.
La nostalgia se apega a tu cuerpo asustado,
presurosas personas pasando a tu lado
no te miran, no te ven...solo caminan
buscando sus rumbos.
Cada una en su vuelo, algunas con calma,
con sustos buscando las sombras
arrimándose a un árbol.
Mucha gente...cada una en su jaula,
cada una con su ego.
Sobreviviendo en su particular lucha,
intentando no ser arrollados
por la máquina del mercado,
que lo toma y lo arrastra
como presa del festín del día
para engullir sus ganancias.
Las pocas monedas de un trueque satánico
salario de hambre por vida de perro.
Tú aportas la vida, tu vida...la entregas,
a cambio recibes monedas de infierno,
migajas de un pan que no era la oferta
en tu mundo de hermanos
conocido en el campo.
Hoy te encuentras transitando ese espacio
tan llena de gentes que no te ven
solo caminan entregando sus vidas
en un mundo de hormigas perdidas,
husmeando sus rumbos en la selva
tan lleno de fieras,
buscando las migas de un pan sobrante
de la mesa servida a satanás,
el dios del mercado.