MANTAS MANTAS LAURA

CARTA A UN AMIGO

CARTA A UN AMIGO

 

Esa bella armadura dibujada en tu piel, ya no te protege, ni engaña, al dejarte conocer.

Es tal tu dulzura, que se escapa acompañada de una enorme sencillez, mezclada con sensibilidad, por los huecos que has dejado sin pintar sobre tu cuerpo.

Es cuando duermes, cuando te despojas de tu escudo, pues es entonces cuando más frágil te muestras y emana de tu cuerpo una ternura que soy incapaz de describir.

Jamás he conocido a nadie tan frágil y a la vez tan fuerte, capaz de hacer reír aunque sólo sea por unas horas a tanta gente, ocultando tus temores, mostrando una sonrisa, que seguro esconde muchas veces una tristeza avalada por los amargos tragos que la vida te ha querido regalar.

Sencillamente, eres capaz de endulzar el amargo café al que a veces sabe la vida, con la justa medida para enamorar al paladar de cada uno de los que te vemos.

Es así, cuando por un momento, olvidamos las desgarradoras historias que a veces se dedica a dibujar éste viaje al que llamamos vida.

 

Gracias por hacernos reir.