Que ría la vida a carcajadas,
se suspenda el albor de la madrugada.
Que partan con rayos de fuego
mis intenciones, que bramen
jaurías de polvo encendido.
Que rompan en silencios cobardes
las tertulias moribundas
que dañan al sueño.
Venga entonces a mi mundo la luz,
vengan por penitencia los caminos
que perdieron los pasos.
Deguste en mí pues la cordura
y jamás me conceda el otoño
una canción de recuerdo.
Se congelen en mi verano los lagos
y la escarcha impregne el azahar.
Que sean las serpientes
quienes escalen por los confines
de mi única verdad.
!que suceda todo y nada!
Que adoren las lunas menguantes
mis refugios y sea el sol
la mismísima oscuridad.
!que todo pase, que todo se haga realidad!
Yo, sujeto al porvenir de tu auxilio,
seré eslabón de acero,
cadena perpetua de tu fidelidad.
Yo seré el dulce manto de la constancia, seré de tu desierto la mar.
Yo cantaré en tus mañanas
y en las noches, fértiles abrazos
que jamás te soltarán.
Yo seré el todo que acaba con la nada.
El latir perfecto de tu corazón,
la voz indulgente de tu respirar,
el trampolín de tus deseos
y colchón donde amortiguar.
Yo seré tu vida, yo seré tu horizonte,
yo seré tu caminar..
Tú, sólo serás la mujer perfecta
que me lo concederá..