Tú, cielo descafeinado
un manto de luz te cubre,
has quedado insalubre
ya que tu estrella ha bajado.
Con su luz de alta quimera
aquí abajo encandila,
desubicada camina,
sin encontrar quien la quiera.
Cuando en el cielo no la veía,
esperanzado yo imaginaba
que entre nosotros se hallaba,
cazar su enorme luz quería.
Por fin ante ella parado
con arrojo, enamorado
quería cazar su gran luz
me partía con su halo.
Ella mortal me sentía
le agradaba, le gustaba,
con mi calidez humana
su luz crecía y crecía.