Jose Luis Posa Lozano

OLA SIN RUMBO

 

    En el gris retablo

de la tarde, llena

de recuerdos tristes

que la brisa lleva,

óyese el murmullo

de la mar que besa

con sus labios blancos

la dormida piedra.

Flota en el ambiente

de fragancias nuevas

una inmensa calma,

lánguida, serena,

donde las gaviotas

bordan su diadema

blanca, inmaculada

cada día nueva.

 

Las olas besan

mis pies descalzos,

sobre la arena

vienen y van

sembrando el aire

de sal y brea,

de caracolas

el arenal

 

Como la playa

triste, desierta

quedó mi alma

tras de tu adiós

besando el filo

de tu recuerdo

¡ola sin rumbo

de nuestro amor!

 

 En el negro manto

de la noche negra

óyense las olas

azotar la piedra,

óyese el zumbido

del rigor del viento

que desgarra el aire

como en un lamento.

 

Todo queda frío

...todo queda muerto

y en el horizonte

quédase el reflejo

fantasmal y horrible,

plateado y yerto

de una luz herida

por tu adiós eterno.