Punzantes, tìmidas
Sonoras, silentes;
trazos sonàmbulos en el vaho de la luna
andèn incorruptible de los sueños,
nosotras...
sus hermanas
¡cachorras¡
¡hijas¡
¡tramperas¡
¡devoradoras¡
que en antagonismos extremos
sorbemos su savia
en el reconcilio con la vida y con la muerte
en el ùnico instante del ahora
en el nunca de todos los instantes,
Sorbemos su plata prodigiosa
que relumbre en la tiniebla zozobrante
y en el socavòn tàcito del sexo
engullimos insomnios y cenizas
con los motivos elementales
de un amor en combustiòn
¡volàtil¡
¡marìtimo¡
¡o terrestre¡
¡Mujeres¡ ¡Mujeres¡
Anònimas excéntricas,
divas transitorias,
altar o infierno donde crujen
¡los muslos¡
¡los senos¡
¡los cabellos¡
al ritmo alterado del ensamble
que saborean
¡mmmhmm¡
¡el paladar y los oidos¡