La arena viste la noche
de caracoles dormidos
la playa murmura
canciones de espuma
para los pies descalzos
que mecerá la mañana
y arrastrarán la olas.
El universo
transita el espacio ínfimo
del rincón sin dueños,
Escarchas de mármol,
Las palabras
Cabalgan
una espalda de espuma.
El tiempo es aguja invisible,
una mueca en el crepúsculo,
una línea sin rostro
En la boca oscura,
Un verso
Que lentamente devora
Los silencios.
Una chispa de sal se apaga
En el orificio de una roca,
Un ave distraída escapa
al último suspiro de la luz
que inevitable muere.
El pensamiento
Acuna palabras que despiertan
Flores blancas.
El mar es un verso infinito
que bosteza su rima
Entre las olas.