Recuérdame,
así,
sin nudos en la garganta,
mirándote a los ojos,
deseándote cada segundo.
Recuérdame siempre
con mis palabras
en tu mejilla,
mis susurros al oído,
el beso sencillo
y suave
que te sorprendía
en un estallido de pasión
y de ternura.
Recuérdame
con los ojos cerrados
mirándote sin verte,
soñando con quererte,
en todas partes,
en todas mis vidas.
Tocando con mis dedos
tus tristezas y tus alegrías,
llorando con tus lagrimas
y gimiendo con tus caricias.
Recuérdame siempre,
mirándote desde arriba
y buscando tus ojos,
tu aliento entrecortado,
tus sonrojos,
tus gemidos.
Recuérdame
sintiendo
lo que tu has sentido
y amando sin termino medio,
por entero,
sin cumplidos.
Recuérdame,
amor mío.
Javi Lobo.