Gasto mi única neurona pensándote,
tatúo las letras en mis dedos recordándote,
reconozco que a veces soy patético,
pero me encanta maltratarme en la oscuridad,
lo único malo de todo esto
es que no se me pasan las ganas de estar contigo
y nadie sabe de eso,
simplemente porque nadie entiende lo que escribo.
Ya han pasado muchos días,
varias semanas
y no extrañaría ver pasar los años queriendo lo que no debo,
extrañando que estés conmigo por un buen rato,
rozando tus manos y albergando tus deseos..
Te escribo poesías, notas y una que otra tontería,
porque se que de alguna forma estás del otro lado aguantando,
porque se que de repente sin querer te asomas y me vez
y das un poco de brillo a mis sombras con tu luz.
La diana es testigo de las cartas que te envió cada noche,
justo cuando más quiero que hagas una aparición,
cifro formas bellas por si es que lo haces
y aún si no lo haces no me afecta,
igual escribo sobre el ángel que me debe de su amor.
De vez en cuando observo lo que hago
y mientras lo hago el mudo se empobrece y se hace malo,
porque el consiente me dice que están ellas,
que aunque en menos cantidad me odian es mas seguro que me quieran
y no van a perdonar que escriba otras canciones que no sean para ellas.