Caminos lejos del nido
Ella, mi luna vió como maduraba la semilla,
como se abrían nuevos caminos,
esos que se hicieron lejos del nido.
Es ahí donde contemplé y me vió mi luna,
entre cuadernos y libros.
Puertas cerradas y ventanas entreabiertas,
en medio de techos y calles de cemento
y siempre desde lejos
- mi casa paterna...mi nido
reflejada en el espejo de su cara
mi luna compañera,
mi amiga consejera,
compartiendo mis alegrías
mis dudas y mis sueños.
Confidente de amores, audacias y temores,
entre automóviles, buses y luces
- construcciones, la gran ciudad
y rascacielos de cemento
llenos de gente...
Ellos te ocultaban a ratos mi luna
y a veces latamente
hasta casi olvidarme de ella...por no verla,
cielos oscuros, sin luz,
sin su rostro de plata.
Abriendo de nuevo la vida de improviso,
volví a verla...bienvenida aurora,
mostrando la primavera renaciendo
entre rascacielos y cemento
- renaciste luna...mi luna.
Aurora tan llena de esperanzas,
luna espejo, luna llena,
luna parte, luna entera,
compañera de ayer, también de hoy
y para siempre...
Su rostro redondo como continuado espejo
cubriendo mis dolores y temores
- aparición de llama
con otras formas, siempre ella
rebosante de brillos opacos,
sonriendo en silencio.
Carrusel colgante, prendido del cielo,
transitando lento...