Destellan sobre la orilla de la mar un sol nuevo un sol de amanecer
Se apresura a besar de buenos días a la majestuosa Mujer
Se tocan como queriendo jugar
Sensualmente el señor sol durmiente
Se posa sobre su amada
Llenado de colores la madrugada
Y la mañana poco a poco se ilumina
Mientras el canto de la bella mar le acompaña
El sol enamorado la escucha
Y cae víctima de su melodía
La hora se aproxima en que el sol parta
La mar se niega a dejarle ir
En abraso intenso parece rogarle quedarse
Pero poco a poco el sol se levanta
Dejando a su amada triste y resignada
Por qué de nuevo llegara esa hora del día
Donde lo pueda tener en ese dulce abraso
Donde la mar y el sol uno son