El reloj abrió la caja de pandora
con el lento latir de sus manecillas
el café y las noches huelen a tinta,
rimas y a una vida terca.
Llevo mis recuerdos por corbata
solo por si acaso,
llevo las penas entre las uñas
y las manos en el pantalón.
Evaporo mis recuerdos
porque los olvidos queman
en un mundo sordomudo
mi corazón es un pueblo en guerrilla.