Lebusla

LA VIDA SE NIEGA A SÍ MISMA

LA VIDA SE NIEGA A SÍ MISMA

Se me antoja desatinar sobre lo negado
sobre la negación de la vida
como se degusta un platillo de anchoas saladas de un futuro incierto
destellado en guiñapos, matorrales y suampos.
En vértices de cristales garbosos donde se mece el dolor
y se azota cada espina, imponiéndose
castigo corporal y moral para reivindicarse en la historia,
en absorto de las ahora anodinas rosas
de aquellos rosales que se desprendían
y abandonaban a los cuencos visibles y visores
de gestos que se van de uno y que se quedan melindrosos
en la pupila del otro.
Cuando se afirmaba y reafirmaba la vida.
Hoy que casi la niego no por decir cosa alguna
sino porque la camisa ya va quedando grande
y se ha curtido con los tintes del tiempo,
porque la nariz ya no huele ni al zorrillo
merodeando por las noches,
sino al frío néctar de una parca
que ha comprado un cuerno de la luna
para acecharme siempre.
Así como escudándome en el diverso resplandor de la palabra
se me antoja decir. La vida se niega a sí misma.

Lebusla, 06-04-16.-
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