El mar desnudo mira desafiante
tu piel vestida de canela y lima
no soporta que conmigo se ría
mientras nos tocamos ahí delante
sus olas nos atacan pero mueren
en la arena que sirve de barrera
de nuestros besos que como en carrera
se retan en tretas que con saña emergen.
Mar, esta pasión por favor perdona,
aunque egoísta esta cruel excusa suene
más sublime es que ella feliz culmine
ante tu presencia que absorta tiene
a su piel desnuda de canela y lima,
su sabor ahora mi ser lo detiene.