Deja libres mis palabras,
que floten de tu corazón a tu cama,
que se acuesten contigo,
que palpen tu cuerpo serpenteante,
que te arropen entre las sábanas.
Abre el libro, que escapen a correr,
no intentes ordenarlas
ellas saben dónde ir,
tu sólo
no recortes sus alas
para que entren a perfumar tu calma.
No les temas a los versos,
su tacto es suave,
lujurioso, pero delicado, y serán como pétalos
besando los costados
de tu felicidad .
Deja libres mis palabras,
que rían contigo,
que sueñen reposadas a tu lado,
ya abrieron tus estancias de quererme,
ya las quieres,
ahora sólo déjalas flotar,
que nos ayuden a tocarnos.