La vida me enseño que no somos perfectos, los pensamientos oscuros salen como la luna y el sol se esconde para no percibirlos.
La consciencia cruzo el umbral de mi alma,
Mientras mi inconsciente jugaba en el patio del purgatorio,
Solo me quedaron recuerdos de aquellos eclipses lunares,
Donde la luna se baña en sangre y el sol se alineaba en su resplandor de la luz de su presencia,
Esos instantes fueron efímeros,
Su voz se oye en la madrugada,
La demencia me agobia,
Sera descansar el cuerpo
por qué mi alma todavía sigue agotada..