¿Adonde se fue el amor de mi vida?
¿En un hombre? ¿En un espejismo?
¿Quebrado, y esfumado en el abismo?
un fantasma gris, vino a mi morada,
¿Fue Ares en la jungla aprisionada?
¿O Hermes desde la Selva encantada?
¿0 le pregunto a Delfos la gran pitonisa?
¿Porque vivi en una isla desierta?
sin conocer el Olympo, plebeya de Grecia,
sin gracia, ni riquezas, solo mi alma.
En esta sociedad cruel enmascarada,
donde habita el mono y la estupidez,
lo repite mi conciencia una y otra vez,
¿De quien estuvo mi alma enamorada?
¡No lo sé! Solo sé! como dijo Socratés,
¡solo sé! ¡que no se nada! ¿entonces?
si acaso amé, o si fui amada, ¡no lo sé!
Que la pasión roja fue mi vestido,
y la sinrazón delirio a mis sentidos,
atesorando las flechas de cupido,
yo no tuve un duro corazón de roca,
y sufrí hasta los besos en mi boca,
vivíendo lo fugaz, siendo una loca,
entregué mi amor estando ciega,
y mendiga del poco cariño que me diera,
fue como un niño aunque no tuviera,
como hombre aventuras para una Odisea.
Perdí, si, lo supe ¡siempre perdí!
y perdió mi alma, la luna y fortuna,
quedó sin posesión ninguna, ¡sin ti!
vacía, triste, ahogada en la laguna,
de la soledad oscura, llena de llanto,
vagando mi golondrina al viento.
Y Pregunté al sordo, ¿que paso?
y me respondíó el mudo destino,
del tiempo fugaz, vil traicionero,
¡pasaste vida! que moribunda añoro,
como aquella deshojada flor perdida,
que nunca sabrá si alguien le amó,
o sigue sin saber porque, aquel halcón,
el miserable amor, le negó a su ser,
y a su alma, hasta la muerte fiel,
la compañía del verdadero amor.
¿Y quien ganó y quien perdío?
Ni tu, ni yo
Raquelinamor
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