Fantasía IV
¡Pechos lindos! diría si los viera
que dicha que en mis manos reposaran.
Cuánto de mi vida gustoso diera,
si fueran fuentes que mi sed calmaran.
Se adivinan tan suaves y perfectos
que la misma Venus los deseara.
Y han de ser sus pezones tan erectos
que ser abeja y libar me gustara.
Cómo envidio la tela que los cubre
y sofoca el deseo de escapar.
Yo quisiera ser aquel que descubre
cómo en mi boca puedan alojar.
Yo en mi sueño los veo desfilar
van tan llenos de vida y de candor.
¡Ay! si a mis manos pudieran llegar
y ya en mi boca ¡sentir su sabor!.