Me llegó el ocaso y jamás entendiste
el amor que te profesaba
Se emblánquecio mi pelo
y mi alma la tengo gris,
Te espere cada día luchando
en la vida y a mi agonía,
la disfracé con una sonrisa.
Ya el sol se oculto y en el horizonte,
solo me espera la noche gris.
Que da solo oscuridad a mi alma vacía
Y me pasé amándote en silencio cada día,
Porque una sola vez se entrega el alma,
Que dolor haber amado en silencio,
Se me fué escapando la vida.