La solterona
Pasó la vida y no hubo nada,
nada que a ti regocijara,
una madrina o un hada
que amor a tu puerta dejara.
Nadie para ti tuvo mérito
todo galán era poca cosa.
A nadie le dabas crédito
aunque te llevara una rosa.
Juventud que no gozaste
te llenaste de desdeños
los asedios rechazaste
te negaste a los ensueños.
Se pasaron los años
el tiempo fue corriendo
te cubrieron desengaños
y fueron los sueños huyendo.
Y aquel príncipe azul
por el que tanto esperaste
nunca salió del baúl
en que tú lo encerraste.
Hoy tu boca marchita
en la que no hubo besos
tristemente musita
lamentos y rezos.