Gracias amor por estar ahí,
al lado de mi soledad,
de mi locura,
de mi desatino.
Por vagar entre mis lagrimas,
por cuidar de mi tristeza,
por no huir a otro pecho.
Gracias amor por enjaularme
entre nubes,
por agarrarme la mano
y no dejarme caer.
El olvido es la noche
que borra cielos azules,
el cuchillo que mata
el color de unos ojos,
la mordaza que evita
el sabor de unos labios.
Gracias amor por vivirte
sin mordaza o cuchillo,
por poder admirar el azul de tus ojos,
como un cielo infinito
en un día de sol,
por tocarte los labios
con mi boca sin vendas
y aunque hoy esté triste
como un lago sin cisnes,
como un árbol sin hojas
se que siempre me buscas
para estar a mi lado
aunque nadie lo sepa
salvo mi fiel corazón.