Razonable es decir lo que uno siente
aun cuando alguien contigo no coincida,
te reproche decir una parida
o amenace por ser un inconsciente
o que eres un suicida.
Pues la verdad no tiene otra salida
que repetir lo que inspira tu mente,
evitando se peque de imprudente
con respeto y licencia la debida
más si él no está presente.
Abrir la boca, decir algo, opinar,
de la vida o nosotros los humanos,
de dios, amor, e incluso de gusanos
¿quien se atribuye el derecho de acallar,
creyentes o paganos?.
Pues que dios con la boca nos ha hecho,
como órgano rector nuestra conciencia,
sólo ella está dotada de sapiencia
y por tanto sólo tiene derecho
a hablarnos de su ciencia.
Otra cuestión muy distinta es imponer
a los otros aquello que ella piensa
que es la verdad. Y todo quede a expensa
que haya alguno que la pueda recoger
y dote de dispensa.
©donaciano bueno
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