Podré olvidarme de todo aquello que una vez recordé con felicidad.
Podré olvidar los buenos momentos que se destruyeron en un efímero pestañeo.
Podré olvidar cada instante compartido de esos maravillosos días a tu lado.
Podré olvidarme de todo, como si nunca hubiera existido. Me costará, sí, pero no será imposible.
Tan solo has sido una experiencia más en mi vida, un simple capítulo que me hará más fuerte. Incluso iré más lejos y diré que debería darte las gracias, pues me has ayudado a abrir los ojos a este mundo lleno de decepciones, un mundo en forma de laberinto que te lleva por los caminos más inhóspitos a encontrarte con gente que aporta a tu vida mucho más de lo que imaginas.
Que las malas experiencias, no son malas, son solo eso, experiencias, necesarias para avanzar en tan duro viaje.
Que no hay camino correcto pues todos acaban en el final de la vida...
Y eso ha sido nuestra breve historia, una simple experiencia de las muchas que nos quedan por vivir, de los muchos caminos de este laberinto que hemos de recorrer y que al igual que el camino que una vez compartimos, otros muchos se desviarán del nuestro llevando consigo a esas personas con las que lo compartiremos en algún punto de este lío de senderos a lo largo del tiempo.
\"Mis reflexiones de sofá\"