Vives en silencio entre los suburbios del escándalo,
escondida y taciturna detrás de su regazo;
en las sombras del recuerdo,
en la timidez de su mirar,
cual mariposa inmortalizada.
Virginal flor de la mañana
que abre sus pétalos al sol,
te quedaste muda ante su calor
y al anochecer volviste a cerrarte de nuevo,
jamás volviste a hablarme,
porque mis versos te enmudecieron.
El silencio imprudente ha robado tus palabras
¿A dónde se fue el rocío de tu canto?
¿A dónde se fue el carmesí de tus mejillas?
Que alguna vez se sonrojaron
al leer mis poesías.
Y en el juego de los párpados
nuestros ojos se encontraron
y de nuestras prisiones, relució la luz de la sonrisa,
que con picardía nos sirve de alcahueteria.
Somos tan iguales, tímidos y distantes
que preferimos callar antes de hablar,
para así amarnos en la eterna soledad.
Entre nosotros reina el sigilo
porque nuestras miradas son el verbo
y ya lo dicen todo...
Juntos somos unos cómplices
Ausentes, prudentes e inocentes
que aprendimos a hablar:
\"El Lenguaje del Silencio\".