La estrella más apetecida
por el obraje; aquí es otoño
aún está desperezándose.
Este rocío indómito va quebrando
los arroyos, despertamos entre botes y
abrazos de azúcar.
El rugir del río Paraná derriba
lo que construyo el jornal diario.
Se encienden las metálicas luciérnagas
al oscurecerse el día, se vuelve
andariego el rezo ante el temporal.
Se anda chamuscando el alma.
Se anda chacarereando de solo ser.
Pa´ no dejar de ser se golpean
las manos pa´ sentirse vivo.
Solo queda soñar con el viento bayoneta,
despanzar las nubes y la luna
mostrando el camino aguado.
Solo queda soñar con la señora esperanza.
Estas noches son de tambor, el llorisquear de
las madres amamantando sus changos.
Pa\' que se forje la esperanza
el ESTADO debe intervenir.
Crujen los huesos del mal dormir.
Los ojos lacrimosos lejos el almíbar
sonido de los zorzales.
Tanta agua y sedientos corazones
de tanto esperar.
La estrella más apetecida
por el obraje; aquí es otoño
aún está desperezándose.