Marizela Rios Toledo

EL GUITARRISTA

Sus dedos 

se deslizan.

Indagan.

Oscilan.

Tocan.

impecable 

su insomnio.

Se incrustan

en la

encordadura.

La tiñen 

con oro

líquido

que abunda

al amanecer

en los aeropuertos.

Carreteras.

En los códigos

del agua.

Las evoluciones

de las nubes.

La cuarta

semana 

de agosto.

Antes

de nacer

la música 

lo encuentra,

lo elige

de raíz.

Ofrece

su cielo,

su estruendo.

Exíge

del discípulo

su locura.

La determinación

con que 

se regalan

los amantes

Su regazo.

La diaria

resurrección 

del goce.

La buena 

posiciòn 

del instrumento.

El ritmo

y rigor

de sus instantes

precisos.