Tus pies han estado sobre tantos pies,
tu piel y tu corazón
aun son un lienzo en blanco,
pero yo soy poeta
solo se dibujar con mis dedos cicatrices
y con las palabras…
soy todo un da vinci.
Cuando por fin me dejes ebrio de placer
te vomitare
donde todos los que te bebieron antes
te pisen
aun les arde tu acidez,
les dolió perder el placer,
eso que no comprendes del todo.
ese momento insuficiente,
opuesto a la perfección,
vino de cerezas,
que inunda la conciencia
que apaga tu piel encendida.
te deslavas el dolor con tu sangre
te ahogas en el rio
que lleva por nombre
“tus ojos”
el hambre es lo único que te mantiene,
tus husos te han abandonado,
te sostienes articulada con mentiras,
sé que intentas gritar
no se te permiten los lamentos
ahora solo estás tú, el rincón y las moscas
los buitres te reclaman para ellos.