Aunque las gotas frías caigan
rompiendo pacientemente el concreto
seguiré aquí sosteniendo el paraguas
y cubrirte de la tempestad.
Problemas que vengan,
días perfectos que se vivan,
me tendrás, para bien o para mal.
Pero si lo que buscas es que me marche,
tendrás que ordenarlo con brutalidad,
así caminaré y no miraré atrás.
Tú mandas, tú decides,
yo solo soy tu peón, tu sirviente, tu esclavo.
Piensa y ordena, desea y exige
pues yo cumpliré, mi dulce reina.