Lo llamaría un vacío persistente,
y con palabras, no podría definirlo.
Como un sueño imposible de vivirlo,
una melodía que mi alma nunca siente.
Olvidos de la historia más reciente,
pájaros de luz y azul sendero,
ironía existencial con que me hiero.
Adoquines, retazos del pasado,
esquinas de recuerdos celebrados...
No sé afirmar si acabo de nacer o si ya muero...