benchy43

MEMORIA SELECTIVA.

 

Mi  memoria es como un gato

que va, que para, que viene,

que salta, que se escabulle

y luego vuelve conmigo.

 

De pronto es un zapato

que ha perdido el compañero

en correrías de niño

y otras veces se descuelga

por los destellos de plata

que va dejando la luna.  

 

Se hace oleaje difuso

en la mar de  los suspiros,

se detiene en los mojones

de ilusiones diluidas

o alegrías compartidas,

 

Juega a olvidar los recuerdos

y  a recordar los olvidos,

y hasta mira los espejos

con desdén e indiferencia.

 

Surca senderos dormidos

de bosques y de llanuras,

se hace gaviota del tiempo

que se refleja en el agua

junto a ecos de  montaña

y risitas de pequeños,

para irse allá muy lejos

a los médanos calientes

con los bolsillitos rotos

y las piernas rasguñadas.

 

Mi memoria tiene, por cierto,  

sus muy buenos escondites

donde trata de ocultar

pesadumbres y tristezas,

a las que cubre y recubre

con tejidos de neblina

y telarañas opacas.

 

Cuando algo se le escurre

se transforma en gris llovizna

que humedece las pupilas

y obnubila  el horizonte;

pero los años vividos  

le habrán dado su experiencia:

deja que los fugitivos

se evaporen con las nubes

y recurre a los momentos

que endulzan la existencia

y que acarician el alma.

 

Aunque a fuer de ser sincero,

pienso que se ha diplomado

de  “memoria selectiva”

a la siempre acompañan

el candor de esa sonrisa,

la mirada de esos ojos,

y ese rostro inolvidable.

 

Derechos reservados por Ruben Maldonado.