Yo escribo de las cosas que me pasan,
que observo, que percibo o que presiento,
que añaden emoción al sentimiento,
conforman la verdad con que la amasan
el grito o el lamento.
De las gentes sencillas, de las flores,
de los hechos vulgares que hay a ciento,
los sueños, los deseos, los colores,
lo que me hace dudar, los desamores,
y hasta del mismo viento.
Y escribo de los niños, ¡bendición!,
y alabo esa su gracia y su sonrisa
de lo que suena a fracaso, ¡maldición!,
obligado a bailar al mismo son
y aludo hasta la brisa.
Me fijo de una mosca en el susurro,
el gesto de un paisano que bosteza,
hilarante ese rebuznar de un burro,
la ingenuidad innata del cazurro
y en la bella y dúctil naturaleza.
Y sueño con los sueños y describo
a un mundo en el que todo es fantasía.
contrario a este lugar en que ahora vivo,
e incluso a dios le pongo por testigo
de penas y alegría.
©donaciano bueno.
http://www.donacianobueno.com/