COMO SIEMPRE
Cada día me doy más cuenta
cuando abro la ventana,
como la nueva mañana
a mi espíritu alimenta;
y de nuevo el sol alienta
a vencer esa desgana,
tras la noche soñolienta
dando vueltas en la cama,
pensando en cardar la lana
de aquello que me sustenta.
Otra vez a la rutina
con sus dimes y diretes,
observando esos retretes
en donde la verdad termina,
pues la envidia elimina
de toda sensatez sus brotes,
produciendo unos rebotes
que solo la necedad adivina,
con tantos galopes y trotes
de esta sociedad cansina.
Sentir y seguir sintiendo
eso es lo que más importa,
para que, estar padeciendo
con nuestra vida tan corta,
que aunque a veces nos exhorta
a seguir siempre escribiendo,
otras nos vemos comiendo
en el plato que otro porta,
con esa envenenada torta
que, hace de escribir un remiendo
y al conocimiento nada aporta.
Joanmoypra