Déjame susurrarte al alba.
Decirte que te quiero,
por tus caricias y desvelos
siento suspiros del alma.
Al alba le entregaré
mis apasionados besos,
en todos va el embeleso
de desearte después.
Con estos antojos,
desear y desearte,
sin que pueda causarte
el placer al ver tus ojos.
De tenerte conmigo,
será acaso un castigo
cuando espero al alba
y veo que tú no estás,
se me rompe la calma.
Es que si no estás,
ella no quiere salir.
Sabe que es el amor,
quien la debe recibir.
Al alba te esperaré,
y de seguro este amor
tan limpio y puro,
transparente como el alba,
¡mi amor te entregaré!