Mujer de hermosos labios
Color rojo pardo,
Ojos negros carbón
Y de piel de ceda.
Exuberante belleza,
Pero ¡De que a servido!,
Si las cadenas de tus actos
Son armas de juicio social.
Tras ese peculiar maquillaje
Escondes ojeras y dolor,
que se acentúan en huellas
marcadas en tu alma…
Te envuelve el miedo a ser descubierta
Por los expertos de la vida ajena,
Pero mas te aterra perder tu papel de madre abnegada
y con ello tu vida sea enmasillada..
Bella damisela,
como librarte de aquella decisión
que por forjar un futuro a tus hijos
Te envuelves en el manto de la noche
y Laboras tu cuerpo
Vendiéndote al mejor postor.
¡Oh! Bella mujer…
De dulces labios,
Que camino más cruel
Has tomado…
Dama de la noche,
Eres amada sin amor,
y ¡como lastimas mi corazón!
al querer persistir en quedarte
entre las sombras del olvido…
Yo aquí fijo observándote
en que veas en mí
la resurreción de tu alma.