Perder quisiera
las inquietantes negativas,
la niebla del silencio,
los monólogos de la vida, y
la sin razón del desierto.
Perder quisiera
la clausura monacal,
de ásperos ropajes,
las palabras sin sonido,
de afectos devaluados.
Perder quisiera
La triste melodía
del tiempo agostado
en hacerte feliz,
pero no puedo.