Fue una tarde
ardiente, florecida,
frente la orilla mar,
sobre la arena blanca.
tú, me besaste una vez más,
con pasión me abrazasteis,
me jurasteis que me amabas
y que nunca me ibas a olvidar.
Pusiste rosas en mi pelo,
ilusión tejiste en mi corazón,
con enredaderas de flor,
adornaste mi alma de amor.
-Dijisteis que la “ausencia”
sería enorme, extensa,-
con un pronto regresar;
caminamos agarrados
de las manos, sin hablar.
De nuestros ojos
brotaron lágrimas,
de dolor profundo,
ambos nos miramos
embriagados de amor,
era un adiós para los dos.
Actor: Lidia Jaiah