El cielo se viste de colores
las golondrinas revolotean
en un abrir y cerrar de ojos
las nubes se levantan.
Todos corren muy deprisa
ante el gigantesco evento
y las palmas se deslizan
como lienzos en la arena.
La montaña le pregunta al mar
“¿Por qué vienes tan de prisa?”
“¡corre, corre!”, dice la montaña
pues la ola se viene encima.
Donde una mano gigantesca
cosechando va de prisa
muchos escucharon del aviso
del gigantesco murmullo fuerte.
Las golondrinas fueron volando
buscando su socorro
donde muchos se salvaron
porque el cielo les escuchó.
Donde reina hoy la calma
de aquel mar embravecido
“montaña” ¡pregunta y describe!
lo que el viento relata.
La mar volvió a su sitio
donde anda entusiasmada
delante del sol y la luna
cuales testigos son.
Ya colmado de esplendor está
esperando el siguiente día
en que ha de llegar por siempre
la esperanzada.
CC