Lo sé que el mundo nunca se conforma,
y trata de romper mi gran diseño:
la Luna de glasé…mi lindo ensueño
que ya ni el mismo eclipse lo deforma.
En vano se ve altiva otra reforma
al ver que sin esquíes me despeño,
surcando el mapamundi…y me adueño
del beso más sublime en plataforma.
Y siento este romance cual bautizo,
sin manchas, ni mareas, turbonadas…
y sobre sus lloviznas me deslizo.
Ni el gnomo de los cuentos de las hadas,
la cámara de Amor de cuarzos hizo
en donde ya no existen temporadas.
¡Así quedan juntadas
dos almas que por siempre van de brazos
en tiempos de riquezas…o retazos!
Mariluz Reyes