Disfrútame ahora...
y no me dejes para mañana
que quizás entonces
se me haya quitado la gana.
Porque siempre se puede variar
en la forma de pensar.
Disfrútame ahora...
que es cuando siento el calor
del fuego en mis arterias
que me desatina
y me elevan a desear
la espina con todo amor,
que atraviesa la piel
de tus emociones.
Disfrútame ahora
que tengo sobradas razones
para sentirte
como ambos queremos...
disfrútame y después ya veremos
¿cómo amanece el día?
¡Qué importa qué afuera haya sequía!