Me encanta fingir que te olvido
caminar por las calles que fueron nuestras
encender un cigarrillo que durará tanto como un suspiro
luego ver la hora y apurar el paso hacia la tristeza
Me encanta hacerte esperar y no contestar de prisa
uno, dos, cuatro tonos y contesto el telefono
las llamadas estan tan llenas de silencios incomodos
espero que la CIA y su monitoreo no se aburran
Me encanta escuchar nuestra trova una y otra vez
ignorar los recuerdos de tu voz cuando la cantabas
bailar pegado a ombligos que no son el tuyo
despertar con aromas tan ajenos al de tu cabello
Me encanta pretender que te olvido
pues me hacer pensarte incluso cuando no quiero
amo fingir que te olvido cuando no puedo hacerlo
eso me recuerda que te amo mas que mi voluntad