Sobre piedra, la vida renacida,
con la sangre de épicos canteros
que sumaron sillares sin morteros,
en las cumbres de tierra prometida.
Luz del sol en titánica guarida;
centinela de siglos y senderos;
los amautas trazaron los linderos
de tu lítica gloria florecida.
Desafiando las selvas y los montes,
territorios de pumas y jaguares,
conquistaron la agreste geografía.
Flor de nubes, de grandes horizontes,
en tus muros descansan las edades
que la piedra eterna desafía.
Carlos Oyague Pásara