Los ojos no mienten
me ha llegado el momento
de decir amor
a una piel que se presenta
como sombras
en una lámpara roja
en una hora que nunca se sabrá.
Lo nuestro era jugar
al silencio del recuerdo
al grito del momento
fue fuego y cenizas
en un momento
que jamás se repetirá
al mismo precio.