mujer, que al nacer
no fuiste envuelta en sàbanas de seda.
Que a los diez, no usàstes zapatos de charol
y los quince no vèstistes como una princesa.
Eras niña aun, hermosa cual ninguna
cuidando hermanos menores en una humilde caseta.
Papa, un bebedor y sin trabajo
Mama, le segìa los paso sin preocupaciòn alguna.
Triste caminar por la vida, siendo una joven
saliste a buscar el dinero facìl, no quedo de otra.
entregando tu cuerpo joven, humilde y sagrado
a quien no merecìa tenerte como a cualquier cosa.
Eras niña, hecha mujer.
Nacida para ser maltratada, burla de la gente.
No te importaba lo que pase afuera y el que diràn
ya eras mujer, valiente, atràs se quedo, el humilde hogar.
Unos hermanos agradecidos, umillàdos por tu triste pasar
Padres perdidos en el camino, olvidados de que habìa un hogar.
Como a pasado el tiempo, con un cuerpo prostituìdo
con marca en tu rostro, y faltando una pieza dental.
mal mirada en el pueblo, y un feo curriculùm en lo penal.