Recoge tu nombre y llévatelo…
No deja de servirme el agua, el café,
No deja de abrigarme, de darme asiento,
Se convierte en lápiz, papel,
En orgullosos colores,
En alarmante luz
O en lenta oscuridad.
Me viste, me desviste,
Me canta,
Me silva,
Se ríe, llora
Y tiene un despreciable hábito; me da la hora.
Recoge tu nombre y llévatelo
¿Qué harás cuando te vuelvan a llamar?
¡Llévatelo!
Volveré a mi escondite,
Me acostumbraré nuevamente a decir taza, vaso,
Cobija, silla, verde, azul y todas las cosas
Recobrarán sus anónimas faenas.
LRL
13-4-2016