Muchos jóvenes frustrados
huyen del mundo real
con el consumo de drogas
para mitigar sus penas.
Primero prueban la droga,
la sensación placentera
les inducen a más tomas
y alucina sus vivencias.
Pobres seres desgraciados,
su cuerpo maltrecho enferma,
su mente se deteriora
y la muerte les espera.
Consumen y compran droga,
arruinando su riqueza,
los traficantes se forran,
les engañan con ofrendas.
Seamos todos conscientes
de este tremendo problema
que destruye a las personas
y aflige a la sociedad.