… Y en la noche, pensar, frente al espejo de la vida y ver a un hombre viejo, pero que ayer fue joven en tus brazos, amor, que dolor siento contemplándome, así, sin lograr saber, que fue lo que te hice para este cruel castigo, observándome hoy cada vez más cabizbajo y triste, sufriendo en silencio de soledad, por quien amándola un día, ciegamente, creí …
syglesias
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No sé Tú, pero Yo, no dejo de Sufrir:
No sé Tú, pero Yo, no dejo de sufrir, desvelado desde que te fuiste de mi lado, no lográndote convencer de que nunca me dejaras al buscar juntos una solución para esta crisis, pero dijiste no, sabiendo que estaba indefenso por esas palabras que ayer hicieron mucho ruido, hiriendo al corazón…
No sé Tú, pero Yo, no dejo de sufrir, sumido en esta soledad aprendida que fríamente abraza mi cuerpo, pretendiendo cada noche aferrarse un poquito más fuerte, perdurablemente haciéndome daño, causándome inclemente dolor al no poderte decir, abrazándote, cuanto es lo que aun te amo…
No sé Tú, pero Yo, no dejo de sufrir, al no haber logrado siquiera escuchar por tus labios ese adiós, esperado, que las exparejas suelen expresarse, quizás mirándose por última vez fijamente a los ojos, dándose la mano aunque de ello, figuren corriendo en el rostro algunas lágrimas tardías…
No sé Tú, pero Yo, no dejo de sufrir, recordando que no fue mi culpa el irte sin manifestar, nada, dejándome dormido sobre una cama, despertándome al amanecer, viéndome solo y tristemente abandonado por la mujer que amé con gran adoración en los brazos, pero la vida a veces, suele ser así…
No sé Tú, pero Yo, no dejo de sufrir, ojeando algunas fotos de un viejo álbum en blanco y negro que sobrevivieron olvidadas dentro de un baúl en el ático, sintiendo internamente lo frágil que se es, para afrontar ciertas situaciones, cuando el cruel destino en silencio toca sensibles fibras del alma.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 17/03/2016 08:45 AM.