El otro lado
del amor,
el lado oscuro,
del corazón,
que a veces,
y adrede,
estimulamos
sin pudor,
en la pretensión,
quizás,
de obtener
impuros beneficios,
el lado oscuro
del amor,
es el refugio,
del egoísmo,
donde persisten
prejuicios,
rencores,
y dudas,
buscando resultados
que se aletargan
en el tiempo,
y nutren lágrimas,
como falsas notas
de otra canción,
o mezquinas letras,
en un sabio poema,
difícil encontrar
un claro de luz,
en ese infausto
color oscuro,
y lo raro es,
que produce
una doble fruición,
con goces y llantos,
que nunca
comulga,
con la nobleza
de un bien ser,
el otro lado
del verdadero amor,
es azul,
como su original.
Víctor Bustos Solavagione