Cinco amigos decidieron ir a pasear por el bosque, un día radiante de sol justo lo que ellos esperaban para su paseo dominical.
montaña arriba corrían felices , por momentos descansaban y contemplaban el paisaje recordando otras aventuras similares.
Recostádos sobre el césped miraban el cielo azul con unas cuantas nubes en formas diversas, ¡Miren esa nube! Dijo Nicolás,
¿Cuál? Preguntaron sus amigos ¡Esa que tiene forma de viejíto con su barba larga y sus ojos profundos! ¡Sí! Contestaron todos al tiempo;
Luís con sorpresa y emoción dijo:¡Es Dios! Nos está mirando! ¿Porque dices que es Dios? Pregunto Daníel, porque él está arriba y ve todo lo que la gente hace,
él nos está cuidando para que nada nos pase ¡Si es verdad Dios es muy bueno y cuida los niños! Dijo Tomas.
¡Vamos sigamos adelante! Dijo luís, disfrutemos de este paseo y este día tan agradable y miremos que hay más allá de esos árboles floridos.
Conténtos los niños corrían y al llegar al lugar florido vieron como una pequeña avecilla se había quedado enredada en unos espinos, ellos preocupados por la suerte del ave
Decidieron sacarla de su prisión pero como estaba un poco alta y ellos tan pequeños no alcanzaban a sacarla de allí.
Daniel miro a su alrededor y vio una varita corrió a cogerla para ayudar a zafar las alas de la ave pero fue inútil, ¡Miren hacia allá! Grito Marcos- ese tronco nos puede servir
vamos a traerlo seguro que ahora si la podremos soltar, y efectivamente el tronco les sirvió con ayuda de la vara que Daniel había encontrado, Marcos era el más alto y se
Subió al tronco y libero el hermoso pajarillo.
Aquella pequeña ave asustada por la presencia de los niños voló veloz pero al momento regreso revoloteando sobre la cabeza de los chicos como agradecimiento por haberla
salvado, después de un rato de diversión el pajarito se fue perdiéndose en el bosque.
Los cinco amiguítos siguieron su camino y más adelante encontraron un riachuelo de aguas cristalinas, todos corrieron a beber pues tenían mucha sed porque habían subido
una pendiente y estaban cansados.
¡Que deliciosa y refrescante está el agua¡ Dijo Marcos ¡Y parece un espejo se ven los peces! Añadió Nicolás, todos quedaron en silencio por un largo tiempo contemplando
el bello espejo de agua con sus peces de colores; De pronto Luís sorprendido le dijo a sus amigos, ¡Miren ese pez dorado no se mueve parece muerto!
Marcos metió su mano en el agua y sacando el pez vio que traía una cadena pegada en su nariz lo seco con un pañuelo asombrado dijo a sus compañeros, ¡Es de oro- miren es de oro! ¿Por qué esta este pez en el lago quien lo tiro o a quien se le cayó? pregunto Tomas _ guárdalo en tu mochila _ dijo Nicolas y vamos a jugar un rato en este lugar con el agua que esta deliciosa muy fresca.
Tiempo después los niños siguieron su camino contemplando la vegetación, los árboles y las flores que daban un toque de frescura y belleza. ¡Miren allá se está quemando el bosque! Exclamo Marcos ¡Vamos a ver que está pasando! Todos corrieron para observar de donde salía el humo y al llegar se dieron cuenta que un hombre estaba quemando una porción de bosque para hacer una sementera donde pudiera sembrar sus hortalizas.
Tomas enojado le dice al campesino ¿Porque estas quemando el bosque? ¡No sabes que si haces esto el agua se seca las aves se quedan sin sus casa y los animales que viven en la tierra se queman!
El hombre enojado le dice con un gesto de ira ¡Y a mí que me importan los bichos o las aves no ves que si no siembro mis hijos se morirán de hambre y ¿qué vale más los bichos o mis hijos?
Oiga ¿Cómo se llama usted señor? Preguntó Nicolás Roberto ¿Por qué me preguntas? Don Roberto ¿No cree usted que está atentándo contra la naturaleza? No creo solo estoy limpiando esta parte para hacer una huerta esta tierra es muy fértil y creo que aquí se producen mejor las hortalizas.
Si pero está usted talándo el bosque que ayuda a que el agua no escasée y sin agua no podemos vivir y está matando a los animales que viven en este lugar, estas dejando sin nidos a las aves ellas los hacen en los árboles; no le da tristeza señor, piense por un momento si alguien llega a su casa y prende fuego dónde viviría su familia ¿Usted que haría?
Don Roberto se quedó pensando por un momento y luego tomo un galón con agua que tenía a un lado y lo vacío sobre la hoguera que había prendido y con voz triste dijo a los niños.
Pensaba cultivar aquí porque donde vivo las tierras ya no producen alimento y los abonos son muy costosos y no tengo dinero suficiente para comprarlos…… Pero ustedes tienen razón si quemo el bosque no habrá agua suficiente para las nuevas generaciones y que será de nuestros hijos y nietos.
Gracias niños por haber venido e impedido que yo hubiera cometido este mal _le dijo Roberto a los niños y cogiendo su herramienta dio media vuelta para marchase.
Los niños se miraron y con los ojos se entendieron el mensaje, llamando a don Roberto, Luís dijo: Mire señor_ mis compañeros y yo le queremos regalar esta medalla que nos encontramos en el lago que está detrás de esa ladera véndala es de oro le servirá para comprar los abonos que necesita y así podrá tener buena cosecha.
El campesino emocionado les dio un fuerte abrazo y con lágrimas en los ojos les dijo: De ahora en adelante les prometo no volver a atentar contra la naturaleza y seré un guardián para este lugar no permitiré que vengan personas a dañar los árboles y a quemarlos.
Los niños felices aplaudieron y se despidieron de este humilde señor prometiendo volver para visitarlo, corrieron camino abajo de regreso a sus casas donde los esperaban sus padres.
fin
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