A ese viejo tan reviejo
que un día fue calavera
que sentado está a su vera
y hoy no mira en el espejo.
De la vida nada espera,
que de achaques se resiente,
que ya dejó el aguardiente
y el fumar en la guantera.
A ese viejo empedernido
que de todo está de vuelta,
la mente da rienda suelta
sin saber por qué ha venido.
A ese viejo condenao
algo hirsuto y cascarrabias
que aun persigue las enaguas
como un pollo despistao.
Que mira sin desparpajo
lo que antaño fuera un nido
y lo encuentra desvaído
mustio, mirando hacia abajo.
Que la crítica es su medio
y el lamento el desahogo,
que aun peca de demagogo,
ya nada tiene remedio.
Al que escribe esta soflama
que en sus versos se lamenta
que hace tiempo se dió cuenta
que el que no llora no mama.
Aquí pide al que le lea
no sea muy comedido
dele un aplauso encendido
y haga a ese ciego que vea.
©donaciano bueno
http://www.donacianobueno.com/