Y con este papel en blanco entre mis manos,
Solo puedo pensar en lo que son mis días sin ti:
Una mañana soleada que no consigue calentar mis manos;
Una tarde vana y sin crepúsculo;
Una noche iluminada y vacía: sin luna, sin estrellas, sin cielo;
Un vaso de agua fresca, que no consigue saciar mi sed;
Mil palabras dichas que se elevan y regresan sin eco;
Una cama tibia que solo me recuerda tu presencia;
Una lágrima corriendo por mis mejillas
Que me trae a memoria tu aliento apacible y consigo,
Una sonrisa que se dibuja en mi boca,
Mientras recuerdo la dulce sensación de tus brazos rodeándome,
Mientras pienso, en lo feliz que soy teniéndote tangible en mi memoria;
Haciéndote palpable en mis sueños y perpetuando tu presencia en mí…